La contratación del servicio integral de estudios de laboratorio y banco de sangre significa adquirir todos los insumos y servicios necesarios a un mismo integrador para que la institución pública de salud pueda brindar esos servicios, que son claves para garantizar el acceso al derecho humano a la salud, y por lo tanto el IMSS y el ISSSTE, empezaron a contratarlos a nivel nacional bajo la modalidad de “servicios integrales” desde 2008 y 2010, respectivamente. No obstante, en 2016 el IMSS denunció ante la COFECE la actividad de diversos integradores, por haberse coludido en los procedimientos de licitación de servicios integrales.